Durante los últimos años, el colecho se ha vuelto una tendencia cada día más popular entre los podres de todo el mundo gracias a sus múltiples beneficios para el bebé.
Cuando hablamos de colecho, nos referimos a la práctica de dormir junto a nuestro pequeño durante sus primeros meses o años de vida. Se ha realizado en distintas culturas desde épocas antiguas, pero a mediados del siglo XIX esta costumbre había empezado a perderse. Ahora, gracias a la recomendación de los pediatras, las familias se han adaptado nuevamente a ella, existiendo múltiples opciones de practicarla de forma segura para el bebé.
¿Cómo practicar el colecho de forma segura?
Una de las principales dudas de los padres a la hora de practicar el colecho es cómo realizarlo de forma segura. Por regla general, cuando se va a compartir la cama con el bebé, se recomienda habilitar un espacio propio para el, garantizando así su descanso y protección durante toda la noche.
Actualmente existen múltiples productos en el sector de la puericultura que nos ayudan a practicar el colecho seguro, como pueden ser las cunas sidecar, que permiten su adherencia a la cama grande, evitando que pueda caerse durante la noche. Las cunas para colecho, facilitan el contacto entre la madre o el padre y el bebé, la lactancia nocturna y son más cómodas en aquellos casos en los que el bebé presente largos desvelos nocturnos.
A continuación te damos algunos consejos sobre cómo practicar colecho de forma segura:
- Evita cojines, almohadas y peluches que puedan generar asfixia al bebé, sobre todo en los primeros meses de vida.
- El colchón debe ser plano y firme.
- Siempre el bebé debe estar siempre boca arriba.
- No se recomienda practicar colecho cuando uno de los padres está enfermo o demasiado cansado, porque se disminuye el nivel de alerta.
Así mismo, existen algunas situaciones en las que no se recomienda practicar colecho:
- En bebés con menos de tres meses, prematuros o que presenten infrapeso al nacer.
- En padres que consuman cualquier tipo de sedante (alcohol, drogas, o fármacos).
- Cuando la cama para el colecho es demasiado blanda (sofás, colchones de agua…)
- Cuando se comparte la cama con varias personas u otros niños.
Beneficios del colecho para el bebé
Es natural que los padres y el bebé quieran estar juntos, incluso cuando duermen, porque se trata de un instinto de protección básico, que aparece desde su nacimiento. En el caso de los bebés, sentir el calor y el aroma de sus padres les aporta tranquilidad, ayudándoles a conciliar el sueño de forma más rápida y natural.
Es posible que llegados a este punto, estés preguntándote qué beneficios tiene el colecho para tu bebé y hasta qué edad se recomienda practicarlo. A continuación te lo contamos:
El colecho reduce el riesgo de muerte súbita
Aunque se trata de un riesgo muy bajo, la muerte súbita afecta a uno de cada 2 mil niños en todo el mundo, ocurriendo por norma general durante el primer año de vida. Desgraciadamente, no se ha encontrado una causa aparente para este problema.
A pesar de esto, muchos estudios apuntan al colecho como una alternativa para reducir el riesgo de muerte súbita en bebés, siendo esta la razón principal por la cual algunos centros de salud de España cuentan con cunas de colecho.
Ayuda a regular la temperatura corporal
¿Sabías que el pecho de la madre puede subir dos grados su temperatura cuando el bebé tiene frío? Los recién nacidos tienen dificultades para mantener su temperatura por si solos, siendo el colecho una respuesta ideal para cuidar del descanso y la comodidad de nuestros pequeños en las épocas más frías del año.
Mejora la calidad del sueño
Para los bebés el lugar seguro es al lado de mamá y papá. Esto es algo que asocian desde que están aún dentro de la barriga. Por ello, cuando se encuentran en compañía de uno de los dos, se relajan, facilitando así su descanso. Como resultado, lloran menos y logran una mejor calidad del suelo y, con ello, un buen desarrollo durante sus primeros años de vida.
Además, es importante recordar que dormir juntos nos ayuda a sincronizar nuestros ciclos de sueño con nuestro pequeño, algo que agradeceremos a largo plazo, pudiendo aprovechar al máximo los días a su lado.
Favorece la lactancia materna
La leche materna es el mejor alimento para los bebés y si se hace de forma exclusiva, significa una gran demanda de energía para la madre. Que ambos compartan el lecho favorece la lactancia y ayuda a extenderla, porque se puede ofrecer el pecho en la comodidad de la cama sin que mamá deba levantarse en medio de la noche.
El niño crecerá con más confianza, autoestima y seguridad
Algunos estudios indican que los niños que duermen bajo la práctica del colecho desarrollan una personalidad con sólidas bases de confianza y autoestima. El colecho además de ayudar al desarrollo del bebé, mejora la relación entre padres de hijos, ayudándoles a crecer con mayor seguridad en si mismos y generando un impacto emocional positivo en ellos.
Favorece el desarrollo neuronal infantil
Algunas teorías apuntan a un mayor desarrollo neuronal y una mejor respuesta a situaciones de estrés en los niños cuando han practicado colecho en sus primeros años de vida. Esta técnica de crianza de apego favorece la generación de cortisol y aumenta los episodios de fase REM, estimulando así la segregación de la hormona del crecimiento infantil.
¿Hasta qué edad se debe practicar el colecho?
Algunos pediatras recomiendan hacerlo hasta los tres años, otros hasta los cinco y, algunos apuntan que se trata de una práctica que depende única y exclusivamente de la familia. Sea como sea, es importante conocer a nuestro pequeño y saber identificar cuándo está listo para dormir a solas, no existiendo ninguna edad exacta y perfecta para abandonar el colecho.
